jueves, febrero 15, 2007

Ataque a Pearl Harbor

La Marina Imperial Japonesa lanzó su ataque a Pearl Harbor en la mañana del 7 de diciembre de 1941. El ataque sorpresa a Pearl Harbor, en la isla de Oahu en Hawai, fue dirigido a la Flota del Pacífico de la Marina de los Estados Unidos y las fuerzas aéreas que defendían la zona.

El ataque dañó o destruyó doce buques de guerra y 188 aeronaves, dejó a 2.403 militares y 68 ciudadanos estadounidenses muertos. El Almirante Isoroku Yamamoto planeó el ataque como el inicio de la Campaña del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial, que fue dirigido por el vicealmirante Chuichi Nagumo, quien perdió a 64 militares. Sin embargo, los tres portaaviones estadounidenses de la Flota del Pacífico no estaban en el puerto y por lo tanto no fueron dañados. Estados Unidos pudo recuperarse entre unos seis meses a un año. La opinión pública estadounidense vio el ataque como un acto de traición y se unió fuertemente en contra del Imperio Japonés, que salió victorioso en la acción, aunque finalmente resultó derrotado en 1945.

Para referirse al ataque se pueden utilizar también los nombres de Bombardeo de Pearl Harbor y Batalla de Pearl Harbor pero lo más común es Ataque a Pearl Harbor o simplemente Pearl Harbor.

Antecedentes japoneses

Desde la Primera Guerra chino-japonesa del año 1895, el ejército japonés dirigió sus miras a China como única salida a su política expansionista, presionando al gobierno nipón para su pronta ocupación. Este clima bélico y expansionista se alimentó aun más con la victoria sobre Rusia en la guerra que enfrentó a ambos países en el año 1905, creciendo en el sector militar la consideración de ser imbatibles. Los militares y la oficialidad de la Marina nipona acabaron constituyendo un partido político que presionaba para entre el Imperio Japonés y los Estados Unidos aumentaron a causa de estos incidentes militares.

Los Estados Unidos y el Reino Unido reaccionaron ante las acciones militares de Japón en China imponiendo un embargo de metal en bruto seguido por uno de petróleo, una congelación de bienes y el cierre del Canal de Panamá para naves japonesas. Las negociaciones diplomáticas alcanzaron su punto culminante con la Nota de Hull el 26 de noviembre de 1941, el cual fue descrito por el primer ministro Hideki Tōjō como un ultimátum. El embargo petrolero era especialmente peligroso para Japón, pues carecía de recursos petroleros propios.

Los líderes japoneses decidieron que sólo les quedaban tres opciones: ceder ante las demandas de los Estados Unidos y el Reino Unido y retirarse de China, esperar que la escasez de petróleo debilitara a sus fuerzas, o aumentar las dimensiones del conflicto e intentar adquirir las fuentes de petróleo del Sudeste asiático. Finalmente se decidieron por esta última opción.

Los japoneses estaban tremendamente impresionados con la Batalla de Tarento del Almirante Andrew Browne Cunningham, donde unos cuantos biplanos Swordfish ingleses lanzaron una ofensiva desde un portaaviones mucho más cercano a los objetivos que la base principal británica en Alejandría, inhabilitando a la mitad de la flota italiana y forzando su retirada a Nápoles.

Yamamoto envió una delegación naval a Italia, que concluyó que una versión más grande y mejor soportada que la brillante maniobra de Cunningham podría forzar a la flota estadounidense a retirarse hasta California, dando tiempo para alcanzar la "Gran Esfera de Co-Prosperidad del Sudeste Asiático" — lo que implicaría tomar el control de las reservas petroleras de las Indias Orientales Holandesas, que permitiría incrementar la capacidad defensiva. Más importante aún, la delegación regresó a Japón con el secreto de los torpedos de poca profundidad que los ingenieros de Cunningham habían ideado.

El objetivo del ataque a Pearl Harbor era neutralizar el potencial naval estadounidense en el Océano Pacífico, así fuese temporalmente, como parte de un ataque coordinado y simultáneo con el teatro de operaciones. El mismo Almirante Yamamoto admitió que un ataque exitoso solo ganaría aproximadamente un año de libertad de acción para Japón. La planificación para un ataque en búsqueda de nuevos avances militares comenzó en enero de 1941 y las prácticas para la misión empezaron a mediados del año, cuando el proyecto fue finalmente aprobado luego de cierto debate interno en la Marina Imperial. El ataque dependía de los torpedos, pero las armas de la época requerían de aguas profundas cuando eran lanzados desde el aire.

En el verano de 1941, Japón creó y probó en secreto torpedos que podían ser lanzados desde las aguas poco profundas de Pearl Harbor. Los esfuerzos dieron como resultado el torpedo Tipo 95, que causó la mayoría de los daños a las naves estadounidenses. Los técnicos de armas japoneses también produjeron bombas especiales de penetración de blindaje, al incorporar aletas en proyectiles navales de 14 y 15 pulgadas. Lanzadas desde 10.000 pies (~ 3000 m), serían capaces de penetrar las cubiertas blindadas de los destructores y cruceros estadounidenses amarrados en Pearl Harbor.

Fuente: Wikipedia



miércoles, febrero 14, 2007

Bazuca

La bazuca era un lanzacohetes portátil anti-tanque que se hizo famoso durante la Segunda Guerra Mundial donde fue una de las principales armas anti-tanques de la infantería del ejército de los Estados Unidos. Este era una de las primeras armas en entrar en servicio basadas en la munición HEAT, (Alto Explosivo Anticarro). En inglés recibió el apodo bazooka debido al parecido con el instrumento musical del mismo nombre. Su empleo se generalizó a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de Corea.
El ejército alemán copió el diseño, aumentando el calibre a 88 mm, así como otras modificaciones, y se dio a conocer como el Raketenpanzerbüchse, "Panzerschreck" (terror de los Panzer).
Además de lo que es una bazuca en la actualidad, la palabra bazuca se usa a menudo para denominar a todas las armas relacionadas con los lanzacohetes, como los RPGs.

Desarrollo

La aparición de la bazuca implicó el desarrollo de dos líneas de investigación tecnológicas específicas: el cohete proyectil (sin retroceso significativo al dispararlo), y la cabeza explosiva.
El desarrollo del cohete proyectil sin retroceso fue una idea original del Dr. Robert H. Goddard como un proyecto adicional de su trabajo sobre la propulsión a cohete. Goddard, en el transcurso de su cargo en el Instituto Politécnico de Worcester, la universidad de Clark, y en el Observatorio Monte Wilson, ideó un lanzacohetes para uso militar durante la Primera Guerra Mundial. Él demostró su eficacia al US Army Signal Corps en Aberdeen Proving Ground, Maryland, el 6 de noviembre de 1918, pero el final de la guerra solo cinco días más tarde hizo caer el interés por el arma. Goddard continuó siendo un consejero a tiempo parcial del gobierno de los EE.UU. en Indian Head, Maryland, hasta 1923, pero él luego suspendió todo su trabajo en el proyecto, y otros aprovecharon sobre lo que él había dejado.
La cabeza explosiva se remonta al trabajo del físico americano Charles Edward Munroe, quién hizo el primer ensayo práctico sobre el tema en 1880. Este trabajo fue realizado en el los años 30 por Henry Mohaupt, un inmigrante suizo que trabajó en la idea para el Departamento de Guerra.
Mohaupt desarrolló la granada de mano con cabeza explosiva como arma antitanques que era eficaz para atravesar hasta 100 milímetros de blindaje, con mucho la mejor arma en el mundo para realizar esa tarea en ese momento. Sin embargo, la granada M10 pesaba unos 1,6 Kg. y era difícil de lanzar y demasiado pesada para funcionar como munición de un rifle granada. La única manera práctica de utilizarla era colocarla directamente en el tanque. Una versión más pequeña del M10, el M9, fue desarrollada que se podía disparar desde un rifle. Esto dio lugar a la creación del M1 (Springfield M-1903), M2 (Enfield M-1917) y del M7 y el M8 para el rifle M1, y la granada M9A1 que siguió siendo el Standard A.
Las cosas cambiaron cuando el coronel del ejército Leslie A. Skinner sugirió la colocación de la granada en la punta del lanzacohetes experimental, que él había ideado con el teniente de la marina Edward G. Uhl. El desarrollo concluyo en Corcoran Hall en la universidad de George Washington en Washington, DC. A finales de 1942, el lanzacohetes, M1A1 fue introducido. Consistió en un tubo de 1,37 m. con una empuñadura y una mirilla de madera (substituidas por metal en los modelos de producción), en el cual los cohetes de 60,07 Mm. (designados como de 2,36 pulgadas para evitar la confusión con la munición de 60 Mm. del mortero) eran insertados en la parte posterior. Una batería seca de dos celdas en la culata proporcionaba la fuerza para la ignición del cohete cuando el disparador era accionado. La principal desventaja del arma era la enorme explosión del retroceso y el rastro de humo que proporcionaba a lo lejos la posición del tirador (comparar con el PIAT británico). Los modelos originales no fueron reforzados con la seguridad de la cavidad, y agregaron un anillo protector en la recámara y un deflector en la boca del cañón en los modelos de desarrollo para controlar la explosión del retroceso.
Introducido secretamente en la Operación Torch, fue sumamente eficaz, aunque intrínsecamente inexacto excepto para las distancias cortas. Los alemanes lo copiaron inmediatamente de las bazucas capturados, para producir los suyos propios, una versión mucho más grande conocida como el Panzerschreck. Fue el éxito del Panzerschreck lo que hizo que la bazuca original se actualizara después de la guerra al modelo más grande (88,9 Mm.) que era idéntico en tamaño y potencia al arma alemana.

Servicio

La bazuca original (2,36 pulgadas) con sus distintos modelos sirvió en todos los escenarios de la Segunda Guerra Mundial y más tarde en la Guerra de Corea. Después de que resultara inadecuado frente al tanque soviético T-34 durante la última guerra, fue substituido por el modelo M20 Super Bazuca (89 Mm.). El M20 fue reemplazado sucesivamente por el LAW (Arma Antitanques Ligera) en las etapas iniciales de la Guerra de Vietnam. Las bazucas fueron substituidos en algunas ocasiones por los rifles sin retroceso de 57 Mm. y de 75 Mm. en las batallas finales de la Segunda Guerra Mundial (1945).

Fuente :Wikipedia





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sábado, febrero 10, 2007

Armas de destrucción masiva


Las armas de destrucción masiva (ADM, en inglés WMD, weapons of mass destruction) son armas diseñadas para matar a muchas personas de forma indiscriminada.
Actualmente, se consideran armas de destrucción masiva las nucleares, biológicas y químicas. Cuando la expresión fue acuñada en 1937, se refería más bien al bombardeo aéreo por parte de la Luftwaffe nazi en apoyo del ejército sublevado en la Guerra Civil Española, siendo el caso más tristemente célebre el de Guernica.
El uso actual de esta expresión como sinónimo de armas nucleares, biológicas o químicas fue creado en la resolución 687 de Naciones Unidas en 1991. Esta resolución se refiere a la «amenaza que todas las armas de destrucción masiva suponen para la paz y seguridad», y menciona en particular las nucleares, biológicas y químicas, así como los tres tratados relevantes a las mismas:

Tratado de No Proliferación Nuclear
Convención sobre Armas Biológicas
Convención sobre Armas Químicas

El uso de esta expresión es motivo de controversia. Se popularizó sobre todo durante la crisis de desarme iraquí en 2002 y sirvió como pretexto para la invasión de Iraq de 2003 (donde el ejército estadounidense y británico utilizaron bombas sucias de uranio empobrecido). Finalmente no se encontraron armas de destrucción masiva. En general es un término propagandístico, utilizado para hacer referencia a las armas nucleares, biológicas y químicas de un enemigo real o supuesto.

Otras armas de destrucción masiva

A pesar del consenso en los tres tipos de armas antes citados existen otro tipo de armas ampliamente condenadas por la comunidad internacional, pero de uso aún hoy día, que igualmente pueden matar a mucha gente de manera indiscriminada. Hay quien dice —no sin razón— que «no es el arma la que provoca la destrucción masiva sino el uso que se le da». Entre este tipo de otras armas estarían:

Minas antipersonales: se cumplen las dos premisas básicas de un arma de destrucción masiva: mata indiscriminadamente y en gran número, con la salvedad de que las muertes se producen a lo largo de muchos años.

Bombas de fragmentación: usadas en bombardeos sobre ciudades, pueden ser letales para muchísimas personas ya que se dividen en múltiples ojivas que caen aleatoriamente destruyendo todo lo que hay en una cierta área. También están prohibidas por la ONU.

Munición de uranio empobrecido: el uranio empobrecido, usado en la fabricación de balas, proyectiles y blindajes por su alta densidad y alto punto de fusión. A pesar de su nivel bajo de radiactividad, al ser usado con la suficiente frecuencia sobre una zona de conflicto con abundante población civil puede provocar a corto y medio plazo un incremento sustancial de los casos de cáncer y malformaciones congénitas. Se han documentado casos en Kosovo y Serbia, y sobre todo en Iraq donde el ejército estadounidense las usó intensamente. Los proyectiles de uranio empobrecido, al impactar, liberan y pulverizan su carga radiactiva por lo que se los puede considerar como bombas sucias

Armas de cambio climático, algunos consideran el proyecto "High Frequency Active Auroral Research Program" como de posible uso de arma de destrucción masiva por la posibilidad de crear catastrofes climáticas de forma artificial como inundaciones. La tragedia de Vargas en Venezuela, el huracán Katrina e incluso tsunami de Indonesia han sido considerado haber sido inducido por este tipo de armas estadounidense, pero no se ha podido comprobar plenamente.
A pesar de todo, se considera también prohibido por la comunidad internacional el uso abusivo de las armas convencionales. Quedarán para la historia los «tapices» de bombas que la aviación estadounidense y británica dejaron caer sobre las ciudades del Eje durante la Segunda Guerra Mundial, particularmente en Dresde (Alemania) y Tokio (Japón) donde en ambos casos se calcula que murieron entre 100.000 y 300.000 civiles en una sola noche —más que la suma de los civiles muertos en Hiroshima y Nagasaki (las dos ciudades japonesas destruidas por bombas atómicas)— o el brutal bombardeo de Guernica por parte de la aviación alemana aliada de Francisco Franco.


Fuente: Wikipedia